La torre del castillo es una construcción de sillares magnífica con muros de más de dos metros de ancho. La zona mejor conservada es la planta baja que, probablemente, corresponde a la parte más antigua de la construcción y cumplía la función de prisión. El espacio es casi cúbico, se cierra con una bóveda ligeramente apuntada, donde se pueden ver los restos de una puertaventana en la parte superior, a través de la cual se hacía llegar la comida a los prisioneros.
La torre del homenaje es la parte más antigua del conjunto del castillo ya que, a pesar de ser la original de la época medieval, fue revestida posteriormente con el fin de dar uniformidad a todo el conjunto.
La planta baja se encuentra unida a esta torre mediante la puerta que proviene de la zona de caballerizas del castillo. No obstante, como veremos después, a nivel de planta noble esta torre queda exenta del resto del castillo, lo que le confiere un aspecto aún más imponente y magnífico.
En la planta baja, la torre dispone de una única estancia con planta cuadrangular, de 5,10 por 4,25 metros de lado y una anchura de muro de 2,35 metros. Este espacio cuadrado, cubierto por una bóveda ojival que se eleva a unos 6,20 metros por encima del suelo, queda iluminado por una única ventana saetera abierta. Otra aspillera original, en el lado opuesto, se encuentra totalmente revestida de sillares. Ambas fueron reformadas como ventanas neogóticas en la época del arquitecto Fatjó.