Comedor

El comedor de la familia Sicart destaca por la mesa central, de madera africana, y la chimenea que preside el espacio. Esta zona del castillo evoca el calor y el amor familiar, pues era el lugar de reunión de todos los miembros de la familia. La chimenea es un magnífico ejemplo de la riqueza decorativa de las artes aplicadas en la época del modernismo, gracias al trabajo pictórico, cerámico, de los esgrafiados y del hierro forjado que contiene.

Esta estancia norte de la planta noble del castillo es el espléndido comedor, con una chimenea modernista de cerámica esmaltada que preside el espacio y que está rematada por un escudo heráldico pintado que corresponde al de la familia Sicart.

En este espacio destaca singularmente la mesa donde se llevaban a cabo las comidas y donde se recibía a los invitados. Fue realizada con un tipo de madera de extrema resistencia que provenía de un árbol africano. Lo más curioso es que puede apreciarse que la anchura de la mesa corresponde a un solo corte. Este hecho se debe a que el tronco del árbol era de una gran dimensión, con lo cual se obtuvo una mesa de este tamaño con un solo corte vertical. La magnificencia de la mesa es tal, que la señora Sicart no dejaba poner manteles para poder contemplar la elegancia y la riqueza de la madera.

Después de comer, los Sicart tomaban el café en una sala de forma cuadrada que da a la fachada principal situada en la esquina derecha del castillo. Además, este espacio servía también para recibir visitas y destaca en el mismo el trabajo en madera, forja y cerámica en los diferentes detalles decorativos.