La buhardilla era utilizada por el personal de servicio. El ala derecha de esta planta estaba compartimentada y disponía de diferentes habitaciones correspondientes a las cuatro ventanas que podemos ver actualmente. El espacio central y el ala izquierda cumplían la función agrícola, esto es, era el espacio donde se almacenaban frutas, como por ejemplo avellanas, algarrobas, almendras… Era un lugar idóneo para secar fruta, dado que era un espacio alto y ventilado.
Actualmente, los diferentes espacios de esta planta son utilizados como salas para exposiciones temporales.
La buhardilla del edificio sigue la tradición constructiva de la arquitectura doméstica catalana, a partir de la cual se proyectan espacios diáfanos, amplios, altos y ventilados. La organización arquitectónica del espacio se reparte en dos zonas: el ala derecha destinada a las habitaciones del servicio y el ala central e izquierda con espacios para realizar las diferentes tareas domésticas y otros trabajos relacionados con la función agrícola. Puede apreciarse la luminosidad, la amplitud y la transparencia del espacio, características que facilitaban la ventilación, el secado y la conservación de los frutos, como por ejemplo las avellanas, algarrobas y almendras, productos típicos del Camp de Tarragona, secados y almacenados en este gran espacio del castillo.
La planta de la buhardilla estaba cubierta en su totalidad por un techo de bigas, de cañizo y de latas de madera. El proyecto de rehabilitación del castillo que se ha llevado a cabo durante los últimos años ha permitido remodelar toda la bajocubierta de esta planta, que presentaba un mal estado de conservación, y de esta manera se ha dotado al edificio de todas las garantías estructurales.